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Antonio Caputo - 2010

Gianni Moneta - 1984

Heinz von Cramer - 2000

Herbert Pagani - 1976

Paolo Rizzi - 1990

Pubblio Dal Soglio - 1987

Toni Kienlechner - 1984

Toni Kienlechner - 1986

Toni Kienlechner - 1988

Testimonianze visitatori - 1990

Testimonianze visitatori - 1991

Toni Kienlechner escribió de él en 1988

Es gracias a su arte que Heinz J. Duell idealmente se convirtiese en un ciudadano de Italia – y siempre, gracias a esta “ideal” ciudadanía italiana que su arte ha madurado y se ha enriquecido a través de los años . Desde su primera llegada a Roma y en los antiguos parajes de Etruria, su sensibilidad como pintor, respondió inmediatamente a dos estímulos: al barroco de Roma y al enigmático paisaje etrusco.

El barroco romano, cuyo lenguaje figurativo se advierte no solo en las representaciones de místicos, que de una manera rara y ligeramente iconoclasta aluden al surrealismo moderno – sobre todo en los dibujos. La pluma del artista compone las “naturalezas muertas” en un “caos” de frutas, plantas, figuras humanas y objetos- un caos voluptuoso, sin embargo siempre armónico.

Todos estos “objetos” parecen dar vueltas hasta el punto de ser absorbidos en un invisible abismo. Y sin embargo sentimos que es más bien una fuerza amenazadora que los retiene, que mantiene este mundo de “objetos” en una estricta composición, en un “orden”, que se defiende y se salva de la angustia existencial. Este juego de formas, es un juego formal. El capítulo más reciente de la búsqueda pictórica de Heinz J. Duell se abre con sus paisajes de una Cerdeña, mágica, de insólitos colores. Estas imágenes tienen el romántico, “wagneriano”, como si sobre el mar y las rocas vagase el espíritu del “Buque fantasma”.

Traducción de Lydia Torres Bueno
barcelona@duellmemorial.com